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Presentación de la Obra
Supo decirse y algunos todavía lo siguen sosteniendo- que un ser humano sólo llegaría a la plenitud luego de haber cumplido con tres objetivos: plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro.
Con sólo 7 años, en una tórrida siesta de verano, estropeé el primoroso jardín de mi casa plantando a escondidas un aguaribay que mi padre tenía destinado llevar al campo.
Cumplida la primera cláusula, manifiesto que tuve a mi hijo en 1958.
Nunca me animé a generar un libro; apenas me atrevo hoy a mostrar estas líneas que, sin duda con los brillantes trazos de mis amigos artistas plásticos, se valorizan.
Liana Eiras de Orbea
General Pico, 2006.